Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Fuga del brindis al placer

 


De pronto mi mirada recorriendo el cuadro picassiano. Una reproducción que me resulta paradigmática y que no todos los que me visitan saber apreciar. Hoy se me ocurre nombrarlo como el ofrecimiento del placer. 

¿Qué entender por placer? Algo extenso, me respondo. Hay en la imagen dos representaciones de seres. Cada una complementa a la otra. Ambos son sensitivos y racionales, porque los sentidos y la racionalidad son aliados. La copa es el ejercicio y la virtud de la vida. Se la ofrecen mutuamente. 

¿Qué más se ofrecen y qué más se dan estos individuos? Se dan pensamiento y diálogo: la mujer escucha, minotauro escucha. Se dan expectativa: ambos esperan con tranquilidad tomar las facetas de la vida. No se permite la ansiedad, parece decir él. No se acepta la imposición, piensa ella. Se da la voluptuosidad: la complacencia sensual no reside en las formas, sino en el desarrollo interior, que se comparte. El frágil en apariencia puede ser tan apasionado como el vigoroso que se exhibe. Se dan intercambio de emociones. Con la palabra, con el silencio, con la mirada, con la risa, simplemente con la fecunda dilación. Se dan en las apuestas que emergen de lo profundo: anhelos, deseos, ensoñaciones, fantasías, simulaciones.

Minotauro nos mira y nos conduce al brindis. La mujer le observa pero no es pasiva. Ella va a ratificar o corregir cualquier desvío. Ambos nos invitan al placer y al disfrute de existir y de procurar. Existir es inercia, con todas sus manifestaciones (otros le llaman lucha por la vida) Procurar es el esfuerzo humano y su tendencia al placer. El placer es también: actitud ética, bondad, generosidad, compasión, entrega, claridad en pensamiento, capacidad de modificar comportamientos.

¿Quién puede pretender reducir el placer cuando tantas conductas de la vida amplían su hondura y su capacidad de satisfacción? Eso sí: nunca se debe olvidar lo efímero y circunstancial que puede ser. Para no ser víctimas de una autohumillación innecesaria.



2 comentários:

  1. Se ofrecen mutuamente la copa. Es un intercambio de armonía y de equilibrio entre la razón y el arrebato.
    Saludos

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