Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Fuga de la lejana fecha de un resistente

 


¿Cuántos años hubiera cumplido hoy? Lejana fecha que se acerca como bumerán. ¿Cuántos años tiene que cumplir un  hombre para ratificarse como hombre? Él se ratificó hasta en su estertor apacible, sin molestar a nadie. 

Había sido el hombre de la continua adaptación. En este sentido, ¿acaso él era diferente a la inmensa mayoría? Pastor, soldado forzado en una guerra, combatiente herido, trabajador el resto de su vida. Pero también base de familia. No de una, de varias. Los tiempos de posguerra fueron extremadamente crueles para los vencidos, difíciles y miserables para muchos de los vencedores. ¿Se descubrió a sí mismo en la dificultad? ¿Se consolidó en su filosofía del esfuerzo y del sacrificio para protección de los propios? ¿Creció en aquel tiempo su mentalidad de que primero la seguridad de los suyos y luego nada más? Nada más que mantener un equilibrio. Pero esto, ¿es poco? ¿O es todo? 

Mantener un equilibrio: obsesión de un resistente. Tras la larga madurez su envejecimiento digno. Los males que le aquejaron y a los que pudo domeñar. El padecimiento por el proceso neurológico degenerativo de su mujer. El sufrimiento por el hijo que se le había torcido. ¿Su victoria? Sobrevivir en cualquier circunstancia a las dificultades. Sortear el fin hasta edad muy avanzada. Y en su instante irreversible dejarse llevar  por la parca sin alharacas.

La vida premia a los resistentes. Pero ¿cuándo se sabe que se es resistente auténtico? ¿Tal vez cuando uno tiene conciencia de haberse sobrepuesto a las adversidades, de haber digerido la vida, de haber asimilado la experiencia? Tal vez.  


 


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