Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Fuga de la mala reputación

 



Amanece al día tarareando unos versos del poema cantado por Brassens. Le parece la mejor terapia ante la estupidez. Y por un día, ¿por qué no soñar en que se vive fuera del rebaño? Peligro: canturrearla implica acordarte de Alfredo (rip), por ejemplo, que ponía el mismo tono que el francés y al que divertía enormemente el mensaje de la canción. Y acobardarse ante las botellas de coñac que hirieron algunos hígados por aquel entonces. Ah, el entonces. Pero el hoy, vistos ciertos rituales y comportamientos nefastos, ¿no está aún cargado de demasiado entonces?

  



2 comentários:

  1. Buena canción, escandalosa la letra jajajajajaja espero no morirme, todavía tengo cosas que hacer. La conocía de una versión de los años noventa creo, tan real como divertida.

    Y creo que voy a dejar el recorrido por hoy que no pensaba parar tanto y hoy me he metido en blogilandia hasta el exceso jajajajajajaja.

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