Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Efecto eclipse





Se siente animal, se reivindica animal. Las informaciones le habían puesto sobre la pista. Pero ha habido algo más. Una inquietud, un nerviosismo, una expectación, no condicionado nada de ello por lo mediático. Se ha oscurecido su estancia, su casa, su ciudad, su cielo. De pronto se ha sentido primitivo, eclipsado él también por poderes superiores. Poder real, no ninguno de esos subsidiarios, engreídos y falsos que pululan por las civilizaciones de la Tierra. Y esa instancia superior, superior de verdad, no ninguna de los mitos y religiones que han generado los habitantes de su planeta, le ha transmitido emoción. Y con la emoción, alegría. Y con la jovialidad que le ha embargado el eclipse, un mensaje: esto es grandeza de verdad. Esto es lo que nos empequeñece. Han asomado unas lágrimas, que también eran hijas de Sol y de Luna.