Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Receptividad






Siempre hay algo de pérdida cada día. También de hallazgo. Es la condición.

Se supone que no es propiedad de edades avanzadas, todas los tiempos de la vida del hombre acusan abandonos y encuentros. Qué y cómo contabilizar ambos registros está en el interés y preocupación de cada uno. Pero ¿se trata de contabilizar?  Para dar cuentas, ¿a quién? 

Pedirnos cuentas de lo irreparable o lo extraviado o lo pendiente no sirve. No sé si se conjura esa acechanza buscando o simplemente siendo receptivos. Receptividad: predisposición a que llegue algo todavía a nuestras vidas, sin cuantificar, sin cualificar. Modestamente. 

Fugacidad de pensamientos en martes y no trece.