Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Fuga de la caída




Aprender de nuevo la vida (ya que aprehenderla resulta bastante difícil, casi imposible) a medida que los años personales avanzan. Todo aquello que se había digerido puede no valer ya demasiado cuando se observan las tendencias, en ideas y gestión de proyectos, de nuestras sociedades. Entonces, la duda, ¿se habían asimilado tanto las lecciones? Puede que las formas -distintos collares- disfracen el fondo  -los perros de siempre, no solo figuras, sino acontecimientos-. Si un disfraz nos oculta lo que hay detrás es que no hemos aprendido casi nada y encima estamos dispuestos a echar por la borde bagajes que nos harían fuertes. No es para estar entusiastas con el rumbo que parecen tomar las cosas. Y ¿cómo aprender cuando ya se tienen menos fuerzas físicas y menos resistencia ante los despropósitos? Sin embargo...