Puesto a ver el mundo y, por lo tanto, observar el fenómeno de la muerte, que es parte decisiva y determinante de la vida en este mundo, leo estos versos de Giacomo Leopardi en su Último canto de Safo:
"Moriremos. En tierra el velo indigno,
desnuda bajará el alma al Averno
y el duro error enmendará del ciego
dador de eventos. Y tú, que tan profunda
fe y amor me procuras, por quien inútil
furor me oprime de áspero deseo, vive feliz
si quien siendo mortal puede vivir
dichoso en este mundo".
Para cualquier romántico la muerte es un tema recurrente, obsesivo, tal vez placentero (como idea o como fijación enfermiza, a veces solo como moda o estilo ad hoc literario) Pero un último canto imaginando que lo escribe la gran Safo al estilo romántico es original. Safo no era así pero Leopardi quiere encarnarla en una Safo a su capricho; yo no me imagino a Safo romántica, ni quiero. Los mitos y las creencias del mundo clásico son un mundo de imágenes que ha dado juego a todas las culturas posteriores que han bebido de ellas. ¿Se puede ser feliz siendo mortal?, pregunta el poeta de Recanati. Probablemente sí, a través de la ficción. De este vivir de continuo creyéndonos habitar una eternidad. La vida como desarrollo de una invención. Hasta que el dolor y un marcaje irreversible nos pone en nuestra condición perecedera y nos apea del burro. Pero mientras pongamos buena cara al mal tiempo.
Anda! pues según Leopardi debo ser una romántica empedernida. No, si ya me lo dijo la profe de literatura en tercero de bachillerato.
ResponderEliminar