A saltos -a saltos que pueden durar días o meses- leo su autodiálogo Diálogo sobre el método. Como es una conversación entre A y B he decidido escucharla como se escucha cualquier diálogo. Me ha chocado en las primera páginas un símil negro pero que tiene su humor, que acaso es la base del acierto. Feyerabend dixit;
" B. ¿Ha oído hablar de Bela Lugosi?
A. Por supuesto que sí.
B. Interpretó el papel de Drácula.
A. Trabajaba muy bien.
B. Dicen que dormía en un ataúd.
A.¿No estamos llevando las cosas demasiado lejos?
B. ¿Por qué?
A. La vida es algo más que la interpretación del papel de Drácula.
B. ¡Justamente! Y en la vida hay más cosas que las contenidas en cualquier credo, filosofía, punto de vista, forma de vida, etc...., de manera que no se debería acostumbrar a la gente a dormir día y noche en el ataúd de un conjunto concreto de ideas, y un autor que propone una tesis a sus lectores no debería ser nunca tan miope como para creer que ya no hay nada más que decir".
Aun sabiendo que es una comparación la de Paul K. Feyerabend que no puede gustar a muchos -solo a quien tiene sentido del humor- me parece un planteamiento vitalista. La cerrazón de los sistemas de ideas -los sistemas son el riesgo- debilitan no solo la mente del hombre sino las posibilidades del entendimiento con otros hombres. Ahora me quedo observando las dos fotografías. El filósofo adopta la pose típica del filósofo que sobreactúa cara a la galería -si no supiéramos algo de Feyerabend me preguntaría: ¿habrá caído en la posición del ataúd?- mientras que Bela Lugosi -¿le impulsará su condición vampiresca?- no adopta pose alguna: es un verdadero filósofo. Ya saben aquello de Ríe quien sabe, no quien puede.
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