Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Fuga de la oculta dimensión




Nuevamente la experiencia circunstancial. Despertar e instalarse en la frontera el pánico. Sin saber por qué. La memoria del sueño no da motivos aparentes. A este lado no hay aún conquista del día ni conciencia de situación. ¿Qué espacio entre dos mundos existe que traslada la sensación de una suerte de miedo que paraliza, ésa que vuelve al hombre más inquieto, más impotente e infeliz? 

Debe haber más dimensiones sin definir, sin habitar. Pero ellas se apropian de nosotros.