Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Fuga de la nieve




Si de pronto una noche despierto de madrugada y no te veo entre la nieve. Abriré la ventana y pasaré los dedos por el alféizar por si encuentro unas huellas calientes. Luego tal vez me acurruque y siga soñando. O escupa a la nieve.