Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Fuga al interior




El viaje al exterior es también un viaje al interior. Sirve para que prospectes en tus ideas, refuerces o cambies tus criterios, sepas algo que no habías interpretado anteriormente. Lo opuesto, desplazarte dentro de ti ¿hasta qué punto te permite advertir lo que hay afuera? Viajas hasta algún nivel de ti mismo ¿y a dónde desciendes? Pero al bajar peldaños también te elevas. No hay mayor altura que ver con cierta claridad un rincón de ti mismo. Porque un viaje es ante todo una fuga. Pero también una exploración.