Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Fuga del desconcierto




Nada es lo que parece en esta vida. Confundimos, unas veces de forma caprichosa y otras inconscientemente, nuestros propios deseos. Alteramos, no siempre queriendo, nuestras realidades. Resulta difícil ser libre. Antes pensé que era posible, que permitía comunicarte con los de la propia especie. A medida que avanza el tiempo particular te das cuenta de que las barreras de los seres humanos no se habían desvanecido. Hay gente que no hace el esfuerzo. Es el riesgo. Nada es lo que parece, no. La frase tópica no pierde valor cuando compruebas que no se quiere entender la vida imaginativa de cada individuo. Tal vez lo más profundo de cada cual. Fantasías, ensoñaciones, capítulos malogrados que si a uno no le hicieron libre al menos le compensaron de bastantes frustraciones. Pero hay quienes no saben verlo. 

El aprendizaje sigue.