Repta y huye hacia la luz, lector, no hay otra salida.


Fuga confusa




Confusión y fragilidad por la incertidumbre que me causan mis propias palabras.

No basta disponer de ellas: hay que saber pronunciarlas.
No es suficiente con emitirlas: tienen que estar respaldadas por algo cierto.

Ordinariamente el hombre en fuga cree cuadrar el círculo de sus palabras. Pero...hay tantas geometrías acechando cuyas dimensiones uno no sabe aún valorar...

(Aviso sincero a los que lleguen hasta aquí: desacralizad las palabras. No están hechas  -las palabras se hacen- para ensalzar divinidades ni ungir gobernantes ni cantar a héroes. Solo para soportar al mismo hombre que las lleva dentro)